Vacaciones auténticas en el corazón del Aveyron: naturaleza, productos locales y convivencia
Les Hameaux de l'Aveyron le invitan a disfrutar de unas vacaciones auténticas y festivas, lejos de los caminos trillados. Situados al norte del departamento del Aveyron, en el corazón de la región de Occitania, estos *** pueblos de vacaciones son el marco ideal para una escapada estival inolvidable.
Sumérjase en una región rica en tradiciones, donde la cálida acogida de los lugareños va de la mano de los mercados de productores locales, una gastronomía legendaria y actividades al aire libre. Descubra un patrimonio cultural preservado que confiere a esta región un carácter único y un encanto intemporal.
Dos aldeas, dos ambientes... una misma promesa de serenidad
Le Hameau des Lacs, en Villefranche-de-Panat, es un remanso de frescor enclavado a orillas del lago de 192 hectáreas. Aquí, los días comienzan con el canto de los pájaros y continúan con la natación, el surf de remo, la pesca o el senderismo por la ondulada campiña de Lévézou. Los alojamientos, chalés de madera y parcelas sombreadas, se integran armoniosamente en el paisaje. El ambiente es familiar y agradable, con animaciones estivales y veladas en el bar del camping. Es el lugar ideal para los amantes del agua, las familias que buscan unas vacaciones activas o las parejas que simplemente desean relajarse junto al lago.
Le Hameau Saint Martial, en Rieupeyroux, le invita a relajarse, respirar y reconectar. Este pueblo de vacaciones de 3 estrellas está enclavado en los valles boscosos de la región de Ségala, donde reina la paz y cada detalle ha sido pensado pensando en su bienestar. Los confortables chalés de madera acogen a familias, grupos y viajeros en solitario que buscan recargar las pilas. Aquí podrá practicar yoga al amanecer, regalarse un masaje con aceites esenciales, participar en talleres creativos y disfrutar de acogedoras veladas bajo las estrellas. El espacio de bienestar con spa, sauna y hammam invita a una relajación profunda. Es un lugar donde podrá encontrarse a sí mismo, lejos del bullicio, en un ambiente cálido y acogedor.